PARA ELABORAR UN VINO ORGÁNICO CERTIFICADO,
ES INDISPENSABLE TENER UVAS ORGÁNICAS CERTIFICADAS
VIÑAS DE ALTO SALVADOR solo utiliza criterios ecológicos y métodos orgánicos para cultivar sus viñedos y elaborar el vino. La totalidad de nuestra uva es orgánica, con certificación internacional otorgada por Ecocert Argentina bajo cuyo control y estrictas normas se produce.
¿QUÉ ES UN VIÑEDO ORGÁNICO?
Es un viñedo donde se cuidan las condiciones ambientales y se respeta la ecología, privilegiándose el manejo del suelo como parte central del sistema porque es un recurso complejo y viviente que debe ser protegido y mantenido para asegurar su estabilidad a largo plazo; que solo se fertiliza con abonos orgánicos y materias naturales que no dañan el equilibrio del medio ambiente. Donde las malezas son especialmente tratadas y controladas manualmente, jamás con herbicidas, en tanto que las enfermedades se manejan mediante el control biológico y la prevención, con prescindencia del control químico.
En suma, nuestras vides desconocen los herbicidas, plaguicidas, pesticidas e insecticidas químicos sintéticos o productos tóxicos de cualquier índole. Debido a esta concepción, la viticultura orgánica aumenta la necesidad de mano de obra y es una importantísima fuente de trabajo para la población rural.
EL SUELO
En Viñas de Alto Salvador no utilizamos productos químicos de síntesis industrial extraños a los procesos bióticos. Solo abonamos el suelo con materia orgánica y abonos verdes.
En el viñedo plantamos leguminosas como vicia sativa y alfalfa porque fijan el nitrógeno de la atmósfera en nódulos que se forman en las raíces y se convierten en importantísimas fuentes de nitrógeno y materia orgánica para la vid y cebada cuyas raices profundizan en el suelo permitiendo una buena aireación. Los abonos verdes también controlan la erosión y las malezas y sirven de hábitat para insectos beneficos como las vaquitas de San Antonio, que se alimentan de pulgones que dañan la vid.
Todos los años enterramos las ramas cortadas en la poda del viñedo para devolverle al suelo los componentes orgánicos de las plantas que no utilizamos y favorecer el reciclaje de nutrientes. Realizamos la menor cantidad posible de labores mecánicas en el viñedo para que el suelo no se compacte y se vuelva impermeable porque cuando ello ocurre, las raíces tienen dificultades para respirar y crecer, el agua se escurre en vez de infiltrarse y al desplazarse erosiona las capas más fértiles y genera la pérdida de nutrientes esenciales para la vid.
TRATAMIENTO DE MALEZAS
Jamás usamos herbicidas. Gracias al manejo realizado con abonos verdes, hemos reemplazado las malezas nocivas por las espontáneas que nosotros deseamos, cuya presencia es altamente positiva para nuestro ecosistema y que se pueden controlar sin el uso de productos químicos perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente.
MANEJO DE ENFERMEDADES
Nuestra tarea se basa fundamentalmente en el control biológico y en la prevención.
Así, por ejemplo, hemos instalado en medio del viñedo una estación agro-meteorológica que por un programa de computación determina la posibilidad de ocurrencia de las enfermedades más comunes de la vid producidas por hongos: peronóspora, oidio y botritis. Para desarrollarse, esos hongos necesitan humedad y temperatura adecuadas. Al detectar la existencia de las condiciones ambientales propicias para la aparición de los hongos, nuestros instrumentos nos permiten prevenir esas enfermedades mediante las medidas ecológicas y orgánicas más convenientes.
EL AGUA
Un tema de gran importancia es el uso de agua de riego pura, no contaminada.
En nuestras fincas el agua proviene solo de dos fuentes:
1. El riego superficial, realizado con agua proveniente del deshielo de la nieve de la Cordillera de Los Andes, que circula en nuestros viñedos a través de acequias impermeabilizadas y revestidas con piedra extraída del lecho de los ríos cordilleranos para evitar que el agua se pierda antes de llegar a las plantas, que son su destino.
2. Una napa que elegimos por su excepcional nivel de pureza, de óptima calidad a la que accedemos a través de una perforación de 300 m. de profundidad formada por la misma agua de la Cordillera que se infiltra en la alta montaña y viaja subterráneamente hasta nuestra zona.
Ambas fincas además están aisladas con cortinas forestales y barreras vegetales, de cualquier otra posible fuente de contaminación.
LA COSECHA
Las uvas se cosechan manualmente, desde las primeras horas de la mañana para evitar las altas temperaturas y son cuidadosamente trasladadas en cajas a la Bodega para la elaboración del vino.